Vistas de página en total

2,339,633

Tus comentarios

IMPRIMIR

Print Friendly and PDF

Licencia Creative Commons

Este trabajo tiene licencia bajo CC BY-NC-ND 4.0

La última publicada

Discurso del ascensor: La clave para presentar tus ideas con impacto

El fútbol y la violencia

La violencia en el deporte



La policía contra las barras bravas. Extraída de Google: Diario Constitucional

Fue en un viaje de estudios. Florianópolis, en torno de la higuera que – dicen – si das algunas vueltas, volverás, te casarás o te quedarás viviendo allá. Tres cursos y seis Profesores, como se estila en el querido SD.

En medio del gentío aparece un indigente quien se acerca a los chicos y comienza a pedirles dinero. Era inhabitual no solo este panorama, sino ver perros callejeros tanto en esta ciudad como en Camboriú y Blumenau, que siempre motivó mi admiración. Cultura turística, me decía, cuando lo comparaba con las hordas de estos y aquellos que pululan por nuestras urbes. Los brasileños nos llevan la delantera en muchos aspectos, es cierto.

El guía, no bien se dio cuenta del hecho, llamó por teléfono a su oficina en “Floripa”, como la llaman los residentes y turistas que la conocen, para que estos se comunicaran con la policía.

A los cinco minutos, sin exagerar, llegó un jeep, del que se bajaron dos uniformados – Guardia Municipal, podría ser – y sin mediar palabras agarraron a bastonazos al mendigo, haciéndolo retroceder, tras lo cual lo metieron al vehículo y se lo llevaron, todo en medio de nuestras miradas y exclamaciones de asombro y aprobación.

Diversas consideraciones se pueden extraer a la luz de los disturbios vistos anoche durante la celebración por el “triunfazo” de nuestra selección.

Más allá de comentarlos, me pregunto si vieron cómo la policía brasileña trató a los chilenos que intentaron ingresar “a la mala” al Maracaná.

Acá seguramente ya se habrían presentado innumerables recursos en contra de los funcionarios que llamaron al orden. Aplicaron “mano dura” contra delincuentes, sin más aspavientos.

Ya no se trata de marchas por la educación, salud, previsión, movilización, bencina, días nublados, calurosos, helados caros y los limones con pepas, es decir, hasta lo que la imaginación dé para protestar. Ayer fue por un resultado futbolístico.

Como todo pasa por causalidad – y no casualidad – ¿será este procedimiento el que habrá que instaurar en nuestro país? ¿O mejor cerramos los ojos y nos conformamos con “pasa siempre”?


Comentarios