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Actualización el 31/12/2020
A
quienes dependemos de un sueldo – o dos si se es afortunado - para organizar nuestras vidas terrenales y
pagar las innumerables cuentas que el devenir implica, recibir un aporte
económico esperado pero no programado supone una pequeña alegría, aunque
efímera pues todo lo que llega se va, sea traducido en reservas de comestibles
o bebestibles para celebrar tanto acontecimiento que nuestro calendario provee,
sea para alivianar el llamado costo de la vida, sea para distribuirlo generosa
pero equitativamente entre nuestros hijos.
Si
bien hay diversas teorías, la más sensata y creíble es la que señala el DRAE
(Diccionario de la Real Academia Española), que hurga en los recónditos
archivos del pasado para señalar las raíces de las palabras y los orígenes de
muchas de ellas.
(De
aguilando). 1. m. Regalo que se da en Navidad o en la fiesta de la Epifanía. 2.
m. Regalo que se da en alguna otra fiesta u ocasión. 3. m. Villancico de
Navidad. 4. m. Planta tropical silvestre de la familia de las Convolvuláceas,
muy común en Cuba y que florece por Pascua de Navidad.
Otra
página (http://etimologias.dechile.net/?aguinaldo),
poseedora de cierto prestigio, acota “Cerca de la Navidad, las compañías
chilenas entregan una cantidad de dinero a los trabajadores. Es una corrupción
de la frase latina ‘hoc in anno’, en este año.
En
México, aporta un lector, recibe este nombre un paquete de dulces que se da a
los niños en las fiestas de fin de año, en el que se mezclan frutas de la
estación y golosinas. En Venezuela, por otra parte, significa ‘regalo navideño’
Una
última fuente (http://www.guioteca.com/cultura-y-sociedad/%C2%BFcual-es-el-origen-de-los-aguinaldos/)
consigna información más detallada, la que parafraseo, por lo menos la más
confiable:
“Todo
partió en la Antigüedad, cuando en honor a los dioses y como señal de buen
augurio, los amigos se intercambiaban regalos.
Los romanos, por ejemplo, atribuían los aguinaldos del 1 de enero
-conocido como Kalendariae strenae-, al rey Tito Tacio, quien implantó la
costumbre de ir a recoger verbena al bosque en honor a la Fuerza, o Strenia,
diosa de la salud, buscando contar con su protección durante el año nuevo.
Coincide
con el origen de la palabra en latín, strenna o strena. En español existe la
palabra estrena con el significado de obsequio, presente o dádiva que se hace
para demostrar la satisfacción o la alegría en la celebración de un
acontecimiento feliz, sinónimo también de aguinaldo.
De
aguinaldos provenientes de la naturaleza, usuales en la Edad de Oro, se avanzó
al vino y otros alimentos, y posteriormente a la entrega de piezas de oro,
plata y bronce, muebles y vestidos. Inicialmente era una ofrenda entregada por los
ciudadanos a un príncipe o los discípulos a un maestro, costumbre que como
veíamos nace austeramente en las culturas desarrolladas antes de Cristo, de
origen paganas, pero que cobra fuerza y esplendor en el Renacimiento.
Por su parte, la Iglesia tomó dicha costumbre, adaptándola, ya no para celebrar la llegada de un nuevo año, sino para la celebración de los bautizos, dando vida a los Aguinaldos bautismales del siglo VI. Aguinaldos también se les llama en algunos países a los dulces que se reparten principalmente en fiestas infantiles y festividades navideñas.
El
origen de la palabra tiene diversas procedencias. Una de las más razonables, es
la creencia de que esta derivaría del celta eguinand, palabra con la que se
designaba el regalo de año nuevo, costumbre como hemos visto extendida en
diversas culturas.
Los
buenos augurios para un nuevo año con el tiempo se extienden para el nacimiento
de una nueva vida, simbolizado en los regalos que hasta el día de hoy acompañan
a la llegada de un bebé recién nacido.
Los
primeros atisbos económicos del aguinaldo en nuestro país, además de las
entregas simbólicas y regalos otorgados para los natalicios y cambios de año,
surgen como agradecimiento a quienes atendían servicios públicos y estaban en
contacto con la gente: basureros, barrenderos, faroleros (cuando había que
encender los faroles de uno en uno, ya fuesen de gas, ya eléctricos), carteros,
serenos entre muchos otros.”
El
aguinaldo, cuyos sinónimos son gratificación, propina, recompensa, regalo,
dádiva, entre otros, adquiere mucha relevancia en el mes de septiembre, cuyo
centro lo constituyen las Fiestas Patrias, hecho largamente esperado por los
“fonderos” y millones de compatriotas que gustan (mos) de celebrar el
aniversario de la Patria en medio de cuecas, tonadas, rayuela, palo ensebado,
volantines (sin hilo curado, por favor), Parada Militar, asados de tira,
huachalomo, filete, lomo, carnicero, costillares, ‘choripanes’, chicha en
cacho, vinos y tragos por doquier, empanadas, ‘pebre’ y una larga lista de
productos por consumir, lo que implica un costo que muchas veces se escapa del
presupuesto.
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