El precio de la Historia

¿Quién lleva la batuta de la locura?

Protagonistas de 'El precio de la Historia'. Extraída de Google: Página 7

Es uno de los programas más entretenidos del History Channel, tanto por su versatilidad, objetos puestos en venta o empeño, como por las historias de los artículos y sus personajes. Su lema es “En mi tienda, la familia está primero. Y el dinero viene después...dependiendo de a quién le pregunten...Pero la mejor parte, es que nunca sabes qué lo que va a entrar por esa puerta. Esto es «El precio de la historia».”

Alguien que fue a Las Vegas hace poco tiempo pasó por la tienda para conocerla. Me comentó que no estaba ninguno de los protagonistas: ni luces de Rick, Big Hoss (Corey, el hijo), "Chumlee" (Austin, el amigo de infancia de este último) y "El viejo" (Richard, el abuelo), pues su personal atendía. Los famosos llegaban solo para la filmación de los capítulos. Ya fue una decepción para mi amigo.

En el capítulo de ayer, Corey recibió una bazuca de juguete de cierta envergadura. La cargó y no tuvo mejor idea que apuntar a la cara de su padre y dispararle.  Este volvió un rato después con un notorio hematoma bajo el ojo izquierdo.

El ‘abuelo’ dormita frecuentemente y solo despierta para ordenar a sus empleados y comprar autos (dicen que tiene una valiosa colección de vehículos antiguos).

El amigo de Corey es conocido por sus extravagantes ideas, aunque a veces acierta, como cuando ideó un comercial para la tienda, aunque creo que lo escogieron solo para contrariar a Rick. Además, lo utilizan para probar armas antiguas, llevar al abuelo a sus trámites y para otras labores sucias.

Rick también se las trae. Le falta un poquito de conciencia que sí le sobra a uno de los protagonistas de “Cazadores de tesoros”, otro programa sensacional del mismo canal, Mike, a quien veo pagar lo que realmente vale un objeto (‘cachureo’ lo llamamos nosotros), incluso corrigiendo a quien se lo vende (‘esto vale mil, por ejemplo, no quinientos como lo tasaste’).  Rick, por su lado, intenta siempre pagar muy poco, dejándose un amplio margen de ganancia por un objeto valioso.

En la tienda, la locura y las excentricidades están a la orden del día. Pese a ello, es un programa entretenido.