Una idea ingeniosa y útil
No
será una idea original, pero no importa, pues igual es útil: como los chilenos
somos amantes de los garabatos, y así como escribimos, hablamos, o así como
hablamos, escribimos, y para modificar conductas se requiere educar a los
niños, sugiero crear “La alcancía de las malas palabras”.
Basta
comprar una alcancía, sea chanchito de greda, plástico o metal, pegarle un
cartel que señale su objetivo, y aleccionar a los niños de la casa que por cada
garabato que se diga se deberá colocar una moneda de $ 100 a beneficio de los
menores de la familia.
La
instrucción será abrirla cuando se llene y el dinero recaudado repartirlo en
partes iguales entre los más chicos de la familia.
Bastará
llegar a una casa, ver si hay alguna alcancía llena o desocupada para saber si
en ese hogar los exabruptos campean como ‘Pedro por su casa’ o están siendo
arrinconados al lugar más sombrío.
Solo
como dato, ya está demostrando su utilidad. Y me consta.
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