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Los perros asilvestrados

Perros abandonados, sin solución

Jauría en Valparaíso. Extraída de Google: El Mostrador

Mucha conmoción ha provocado el Decreto 65 de la Ley de Caza que detalla: “perros salvajes o bravíos que se encuentran en jaurías fuera de las zonas y áreas urbanas a una distancia superior a los 400 metros de cualquier poblado o vivienda rural”.

Los escépticos animalistas sostienen que los Municipios podrán llevar jaurías fuera de los límites señalados y sacrificarlos; otros, que 400 metros es poco. Y organizan manifestaciones, claro que no llevarán a sus canes, pues no tienen. Su acción se limita a dar de comer a algún perro vago y listo.

Es útil señalar que no cualquiera podrá dispararles, pues se debe tener permiso de caza vigente. Por ello, los perros vagos citadinos no corren peligro, salvo que habiten en las afueras de las ciudades y se movilicen al interior en busca de alimento, con lo que sí se transforman en peligro para sus habitantes, sea Ud. o sea yo. La norma busca reglamentar la proliferación en áreas rurales, por lo que no corresponde a las urbes.

Ahora bien, en cuanto a las manadas de canes ‘civilizados’ que sobreviven merodeando por plazas, parques, carreteras y demases, son un problema de sanidad pública. Hasta ahora, las medidas que proponen los animalistas, esterilización y adopción, no han dado resultados porque la gente no toma precauciones en sus hogares, pese a tanta campaña gratuita dando vuelta, y le resulta más sencillo liberar a sus mascotas a la buena de Dios. Total, no faltará quién le dé alimento.

Nos indignamos cuando una jauría muerde a un anciano o a un niño, pero no hacemos nada; nos molestamos con tanto animalista extremo e inconsciente cuya única tarea es ‘luchar’ por los derechos de los animales, pero jamás se hace cargo de uno; nos desagrada ver la impasibilidad de las autoridades ante tanto ‘mojón’ de perro que adorna nuestras calles (¿quién no se ‘ha casado con la reina’ alguna vez?). Vayan a Camboriú o Florianópolis a ver si encuentran a algún perro suelto o plasta perruna adornando el pasto o la calle.

Es hora de ponerle el cascabel al gato. O nos preparamos, pues ya en Santiago existen alrededor de 1.569.723 perros, de los cuales 326.502 se encuentran en las calles y de ellos 100.462 no tiene dueño. ¿Cómo será en Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana?


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