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Discurso del ascensor: La clave para presentar tus ideas con impacto

“Los garabatos: ayer y hoy, un caso”

El garabato chileno

Garabatos en dibujos. 

Extraída de Google: Vecteeze

En mis tiempos, ‘sacar la madre’ era el máximo exponente del garabato (léase también exabrupto, improperio, coprolalia, palabrota, juramento e imprecación).

Sé de casos en que la sola mención de ‘conche…’ implicaba respuestas del ofendido como ‘Cualquier cosa, menos la madre’, lo que suponía lavar la afrenta a puros ‘combos’ hasta que la sangre llegaba al río o que el ofensor se disculpaba ante el mismo grupo donde la mentada alusión había sido formulada.

Hoy, en cambio, ‘sacar la madre’ no tiene la misma relevancia; tanto es así que la pobre madre está relegada al rincón de los recuerdos, de la cual se la saca solo en el ‘Día de la Madre’, con sentidos mensajes de amor y compromisos de portarse bien, hacer las tareas y otras menudencias. Inclusive, ni siquiera se dice el apellido materno, ignorando olímpicamente los brazos que nos acunaron, las manos que nos castigaron y el regazo que nos protegió.

Cedió su primer lugar, nadie sabe cómo ni cuándo, al ‘cu…’. Todo es ‘cu…’, como verán en las siguientes situaciones:

- ¡Ven po’, cu…!

- ¿Pa ‘onde vai,  cu…?

-  Y la fea cu… me miró y le dije …

- ¡Apúrate, po’ cu…!

- ¡Pu… el lápiz cu… se me echó a perder!

En el bus, en el Metro, en la calle, en el pub, en el supermercado, en el Mall, donde sea, el ‘cu…’ campea como rey del improperio, mientras mira de lejos, sobre el hombro y con marcado mohín de desprecio, al ‘conche…’ que espera por tiempos mejores.

Por mi parte, este cu… está prohibido en mi casa. Cuando mi corazón del Popular siente que el árbitro nos perjudica, y se atreve a exclamar - ¡Árbitro cu…, las dulces féminas de mi hogar se hacen una sola para acallar mi florido vocabulario!

La evolución lingüística, por lo menos a mi casa, no ha llegado.




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