Descubre qué es la gradación, figura
literaria que ordena ideas y emociones en sentido ascendente o descendente, con
ejemplos comentados y enfoque didáctico, además de un minitest.
La gradación es una figura
literaria que consiste en la disposición ordenada de una serie de palabras,
ideas o imágenes, de modo ascendente o descendente, creando un movimiento
progresivo del sentido.
Este orden no es arbitrario: cada
elemento intensifica, amplía o atenúa al anterior, produciendo un efecto
acumulativo que refuerza la carga expresiva del enunciado.
Ejemplos
en tierra, en humo, en polvo, en sombra,
en nada.
Luis de Góngora, Mientras por competir con tu cabello
Esta gradación descendente conduce al
lector desde lo material hasta la absoluta disolución. El proceso refuerza la
idea de fugacidad y destrucción del cuerpo, intensificando el tono desengañado
del poema barroco.
no sólo en plata o viola
troncada
se vuelva, mas tú y ello
juntamente
Luis de Góngora
Aquí, la gradación prepara el terreno
conceptual para la disolución final. El encadenamiento progresivo anticipa el
desenlace expresivo del verso posterior.
Hemos reído, llorado,
otras tantas gozado.
Pequeño del pasado, Versos al borde del alma
En estos versos, la gradación se
construye a partir de una secuencia verbal que ordena distintas experiencias
emocionales. No se trata de una simple enumeración, sino de un progreso
significativo del estado afectivo del hablante lírico.
- “reído”
inaugura la serie desde una emoción abierta y expansiva, asociada a la
ligereza y al goce inmediato.
- “llorado”
introduce un descenso emocional: el sufrimiento, la pérdida o la
vulnerabilidad.
- “gozado”,
ubicado al final, no equivale a un retorno ingenuo a la alegría inicial,
sino a una síntesis emocional que integra tanto la risa como el llanto.
La gradación, en este caso, no es
linealmente ascendente ni descendente, sino experiencial: el recorrido
emocional conduce a un estado más complejo y maduro. El goce final surge
precisamente de haber atravesado emociones opuestas.
Efecto expresivo
Gracias a esta gradación:
- el
lector percibe movimiento interior,
- se
sugiere el paso del tiempo compartido,
- y se
refuerza la idea de una vivencia afectiva plena, compuesta de contrastes.
El sintagma “otras tantas” intensifica
el efecto acumulativo, pues indica reiteración y equivalencia en la experiencia
emocional, ampliando la carga semántica del verso final.
Conclusión didáctica
Este ejemplo demuestra que la gradación
no siempre implica aumento o disminución cuantitativa, sino que puede organizar
un proceso emocional, donde cada término adquiere sentido en relación con el
anterior y prepara el significado del siguiente.
Por ello, la gradación resulta
especialmente eficaz para representar la complejidad de la experiencia humana,
más que un simple encadenamiento de acciones.
La gradación convierte al lenguaje en movimiento. Gracias a ella, el discurso avanza, crece o se desvanece ante los ojos del lector. Ya sea para intensificar una emoción, describir un proceso o conducir hacia una idea límite, esta figura potencia el sentido mediante la acumulación ordenada.
La próxima figura será el Pleonasmo, recurso expresivo que, lejos de ser un simple exceso, puede intensificar el sentido y reforzar la expresividad del discurso. Analizaremos cuándo constituye un vicio del lenguaje y cuándo, en cambio, se convierte en una estrategia retórica legítima. Un nuevo paso para seguir afinando la mirada crítica sobre el uso consciente de la lengua.
Minitest sobre la Gradación
1. ¿Qué caracteriza principalmente a la gradación?
2. ¿Qué tipo de gradación aparece en “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”?
3. ¿Qué efecto produce la gradación en el discurso?
4. ¿Por qué la gradación es una figura de pensamiento?

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